![](http://photos1.blogger.com/blogger2/4025/4490/200/IMG_5058.jpg)
Parece un secreto entre dos, jamás compartido. Nos pueden ver, pero no saben en que andamos, ni lo que sentimos. Somos tú y yo en el mundo, solos, y quizás contra el. Estás, estoy y estamos. Y así nos mantenemos como dos seres con un mismo corazón, como un sólo juego en donde no hay cabida para nadie más. Somos felices teniendonos, comunicandonos en silencio, conociendonos poco a poco y viviendo juntos, pero separados a la vez.
Yo siento tu lenguaje de signos y aprendo cada día a interpretar las señales que das. Puedo percibir tus momentos de angustia, de cansancio, de inquietud, de serenidad. Se cuando juegas y también cuando duermes y te quedas inmovil para que todo pase y nadie te perturbe.
No te gusta que caminemos rápido. Cuando lo hago, te empujas sobre mi vientre como medida de protesta. Te acurrucas en el centro del cuerpo creando una barrera para no golpearte contra las paredes de tu propio nido. Tampoco quieres que suba las escaleras sin descanso. Te agota tanto ejercicio y te conviertes en una bala a punto de salir disparada a través el ombligo.
Cuando tienes hambre abres un hueco en el centro de mi alma y conmienzas a escarbar para hacerlo infinito y de esta manera haces que sienta un vacio enorme en mis entrañas y deje todo para alimentarte. Estas allí y lo haces sentir. Y cuando me olvido de ti y como sólo para satisfacer mis gustos, reclamas a viva voz. Entonces me siento mal, mi conciencia y todo mi organismo repudia el egoismo y por horas debo recordar que no estuvo bien lo que hice.
Cuando estas cansado sencillamente dejas de moverte, te desapareces o quizas te sumerjes en el agua como un pez hacia lo más profundo del mar. Y cuando ya no te siento, cuando comienzo a preocuparme por ti, cuando presiento que me has dejado sola en este mundo, aleteas fuerte y sales a la superficie para tomar aire y decirme “no te preocupes, es sólo un receso”. Entonces volvemos a ser dos y mis miedos desaparecen.
![](http://photos1.blogger.com/blogger2/4025/4490/200/IMG_5045.jpg)
Yo no se si tu puedas pasearte por mi corazon y mi cerebro y saber lo que siento o pienso en este momento. No se de cuántas cosas te habrás enterado ya, o si comprobasté qué grande y puros son mis sentimientos. Quizas no puedas con toda esta energia y esta felicidad que me recorre de pies a cabeza o con los miedos que inoportunamente entran en mi mente y sacuden mis extremidades. O quizas estes ahogado de tantos planes y sueños futuros. Debo disculparme entonces y decirte que no te preocupes, que todo pasará.
Cuando nos veamos de frente, nos reconoceremos de inmediato. Respiraremos el mismo aire, y la tranquilidad de sabernos conocidos nos invadirá. Lloraremos, seguramente. Tu sentirás mi olor, el que te ha acompañado hasta ahora, y yo tu pequeño cuerpo tibio, que me recorre por dentro. Entonces en ese momento, todo será mayor y distinto, pero nos apoyaremos el uno al otro y seguiremos siendo dos seres con un mismo corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario