Fueron quince dias de amor eterno con mi tia maru que no olvidaré...
Ella se quedó en casa con nosotros y, aunque no se despertaba en las madrugadas, se salía de cama muy tempranito para prepararle el desayuno a mi mami y
Mientras ponía orden en la cocina, yo la acompañaba desde mi silla y me hacía reir.
Mau tambien nos llevó a pasear y juntos fuimos felices en Caracas!